
Spiderman 3 tenía todo para ser una gran película. Primero, tenía dos partes anteriores dignas de alabar y una tratamiento visual extraordinario. Segundo, tener tres villanos contra el arácnido, y entre ellos, el más esperado por todos, Venom. Y tercero, la expectativa de la gente por saber qué pasaría en esta tercera y probablemente última parte dirigida por Sam Raimi.
La historia en esta película es sencilla. Peter Parker (Tobey Maguire), ahora novio oficial de Mary Jane (Kirsten Dunst) está listo para dar un paso adelante en su relación, casándose con la mujer que siempre ha amado y que comprende su labor de superhéroe. Por otro lado están los villanos. El primero es Harry (James Franco), quien sigue buscando revancha por la muerte de su padre, y ahora convertido en el Duende Verde moderno, intenta cumplir su objetivo. Después, un prófugo de la justicia (Tomas Haden Church) que solo busca estar al lado de su hija, es sin querer, parte de un experimento que lo hace ser un hombre de arena, que también puede controlarla. Y el tercero, supuestamente el más importante es Venom, una sustancia que provoca en las personas que la tienen, una ira profunda, que es capaz de convertir a la persona más buena, en el ser más despiadado de todos, siendo en este caso, Eddie Brock (Topher Grace), compañero ambicioso de Parker dentro del periódico. Todo este gran elenco se encierra dentro de una trama absurda y estúpida, que más que predecible, suena a capricho del director, por ser tal vez su última oportunidad tras las cámaras de una de las sagas más taquilleras de todos los tiempos.
Sam Raimi cuenta la historia rápidamente, perdiendo drama en cada una de las etapas. Parece que dos horas y media no son suficientes para que cuatro historias sean contadas, y definitivamente no lo es. No fue un buen ejemplo el utilizado en la segunda parte, donde el villano era Octopus y solamente él, para poder darle sentido a la historia y contar con detalle obligado todas las etapas a las que se presta la historia.

Pero no todo es malo, y eso se lo deben al dinero. Los efectos visuales y las secuencias de acción son extraordinarias. Definitivamente la creación de Sandman y de Venom, son impresionantes.
En general debo decir que la película me pareció entretenida y no le quito méritos en lo que puedan lograr con la taquilla mundial, ya que a la gente de todas maneras le va a gustar ver una vez más a Spidey. Lamentablemente en esta oportunidad se olvidaron de hacer buen cine. Creen sus propias opiniones.