La Casa del Lago: Romance en el Tiempo

“La Casa del Lago” llegó a las salas limeñas y cautivó al público, con lo que debe ser una de las historias de romance más originales de los últimos años, si es que no tenemos en cuenta que es el remake de una película coreana. La película es dirigida por Alejandro Agresti, que tiene con esta cinta, la primera de su carrera en la industria norteamericana. Los protagonistas son Keanu Reeves y Sandra Bullock.

La película cuenta la historia de dos personas que se ven unidas por una fantástica relación de tiempo y espacio. Kate es una doctora que vive en una casa construida en las orillas de un lago, pero se ve forzada a mudarse a otro lado, dejando en la casa del lago, una carta para el nuevo inquilino, pidiéndole que lleve a su nueva dirección, las cartas que lleguen para ella. Para sorpresa de ella, pronto recibe una nota por parte de Alex, un arquitecto que vive en el lugar que Kate habitada, la casa del lago.

Lo raro de la historia es que la estampilla del correo que tiene la carta de Kate, es de dos años después al que está viviendo Alex, y eso hace que entre ellos exista una comunicación directa, pero con dos años de diferencia.

Alejandro Agresti toma con suma sensibilidad este tema, llevando la historia a un drama romántico muy emotivo y lleno de sentimientos encontrados. La clave del éxito de esta película está en la novedosa forma de contarla, haciendo del tiempo algo importante y llevando las situaciones y los momentos, por niveles de narración y edición muy buenos.

Aunque la relación de Keanu Reeves y Sandra Bullock casi nunca es directa, físicamente hablando, ellos tienen una química especial, lo que hace que el espectador se identifique con la historia y llegue a sentirla.

Los aspectos del espacio y el tiempo están bien llevados, haciendo que la película sea algo normal, algo que dentro de la cabeza del espectador, podría pasar, y no hace que uno sienta alguna presencia sobrenatural. Simplemente es algo raro, pero novedoso.

En general, “La Casa del Lago” es una buena película, digna de verse, sentirla y disfrutarla. Es un gusto que directores latinoamericanos estén abriéndose camino al gran mercado norteamericano, poniendo su cuota de talento a las grandes producciones de la meca del cine. Vean la película y me cuentan qué les pareció.