viernes, 24 de febrero de 2006

Las Locuras de Dick y Jane


Entre tantas nominadas al Oscar hay una que no lo es, pero que relaja un poco la cartelera limeña, una comedia ligera y divertida como “Las Locuras de Dick y Jane”, protagonizada por Jim Carrey y Téa Leoni.

Dick (Jim Carrey) y Jane (Téa Leoni) viven una vida cara, llena de lujos y de satisfacciones. Tienen una casa en los suburbios, dos carros del año y un estilo de vida difícil de pagar para cualquier persona, todo gracias al trabajo bien remunerado de Dick, que es miembro importante en una empresa multimillonaria llamada Globodyne.

Tras pensar que las cosas iban a mejorar aún más, la empresa de Dick pierde todo y queda en la quiebra, pero su dueño y presidente Jack McCallister, tiene todo el dinero en su cuenta personal y se evita los problemas que está pasando todo el personal de Globodyne.

Esta repentina e inesperada pérdida de trabajo, lleva a la familia de Dick a una profunda depresión y a la bancarrota económica. Esta situación lleva a Dick y a Jane a hacer algo que nunca pensaron hacer: robar.

Cuando ven que robar les da bastantes beneficios, deciden dar un paso más adelante en este nuevo “trabajo” y buscan una presa tan grande como la responsable de que se hayan quedado pobres en su mejor momento: Jack McCallister.

La película es dirigida por Dean Parisot, que anteriormente ha realizado trabajos para la televisión, dirigiendo capítulos de ER. “Las Locuras de Dick y Jane” es un remake de los años 70’s, ahora protagonizado por Jim Carrrey, quien vuelve a la comedia, género que él domina a la perfección y que esta vez lo demuestra totalmente. Téa Leoni es una actriz neutra en Hollywood, ha pasado por papeles dramáticos, románticos y cómicos y en todos se desenvuelve muy bien, tal vez esperando que le llegue un papel lo suficiente memorable para estar dentro de las grandes actrices de Hollywood, lugar que todavía no ocupa.

El ritmo de la película es ágil y ligero, era de esperarse que en una película cómica las situaciones graciosas estén presentes en todo momento y quien mejor que Jim Carrey para darte esas situaciones. Últimamente, la presencia de Alec Baldwin en las películas se está volviendo gratificante, no porque sea un gran actor, sino porque interpreta personajes que odias y que quieres al mismo tiempo, ya que Baldwin es un actor conchudo y sin prejuicios a la hora de presentar personajes.

La dirección pasa a segundo plano en una película que se cuenta sola y que no tiene muchos detalles cinematográficos dignos de resaltar. Es una película divertida, fácil de ver, sirve para pasar un buen rato y disfrutar de 90 minutos llenos de risas y sonrisas.

miércoles, 22 de febrero de 2006

Walk the Line: Una leyenda country en la pantalla grande


Una nominada más a los premios de la Academia llega a las salas limeñas con mucha expectativa y aceptación, “Johnny y June: Pasión y Locura” es el título puesto para Perú, pero el título original es “Walk the Line”, protagonizada por Joaquin Phoenix y Reese Whiterspoon.

Esta película biográfica cuenta la historia de Johnny Cash, una de las leyendas más grandes de la música country. Contada en un enorme flashback, vemos a Johnny (Joaquin Phoenix) preparándose para cantar en la prisión de Folsom. Saltamos hasta su niñez en donde sufre el desprecio y la falta de cariño de su padre.

Siendo mayor de edad, Johnny se enrola en la fuerza aérea y desde Alemania, mantiene una relación con Vivian, una chica con la cual termina casándose años después y con la cual tiene dos hijos. Ya de regreso, la falta de dinero y de trabajo, hace que Johnny se refugie en su música y decida grabar un disco en una disquera local, y es ahí donde él, junto con dos amigos, forman una banda que tendría un éxito enorme con el pasar de los años.

Ya famoso, Johnny conoce en una gira a June Carter (Reese Whiterspoon), que es cantante desde que era niña y Johnny admiraba su música de toda la vida. Ellos y otros jóvenes músicos, entre ellos, Elvis Presley y Jerry Lee Lewis, se van de gira por Estados Unidos, consiguiendo fama mundial y mucho dinero, lo que hace que Johnny empiece a degenerarse con el uso de drogas.

La vida de rico y famoso lo lleva a tener muchos problemas, los cuales tendrá que superar, siempre con la ayuda de su amiga y el amor de su vida, June.

La película es dirigida por James Mangold, conocido por películas como “Identidad”, “Inocencia Interrumpida” y “Kate & Leopold”. En esta oportunidad nos trae un drama romántico y biográfico de uno de los cantantes más famosos de un género igualmente famoso, Johnny Cash y la música country.

El ritmo de la película es lento y agresivo, las situaciones se dan con el paso de los años en el personaje y como él se va degenerando lentamente hasta convertirse en otra persona dentro de él mismo. La interpretación de Joaquin Phoenix es impecable. Los gestos, el tono de la voz, la actitud hacia la vida, la interpretación de las canciones, la relación con su familia y amigos, la soledad interna, el trauma infantil y el rechazo paternal se ven en cada momento en la actuación del nominado al Oscar a mejor actor este año.

Reese Whiterspoon probablemente tenga una de las mejores actuaciones de su carrera, porque su personaje es muy fuerte e influye en la vida de Johnny de una manera impresionante. La manera de interpretar las canciones, de sentirlas suyas, de ayudar a Johnny en los peores momentos de su vida y de intentar entender el problema que tiene su amigo, se nota con el pasar de las situaciones y hacen su actuación algo extraordinario.

Los movimientos de cámara, los planos picados y primeros planos nos hacen entrar en la cabeza de los personajes y nos hacen sentir parte de la película. La música que se explica sola, le da el contraste adecuado a la película y ayuda a que esta tenga esos chispazos de emoción que solo la música puede dar.

Esta película tal vez no esté nominada al Oscar como Mejor Película, pero sus dos protagonistas podrían llevarse las estatuillas doradas por sus interpretaciones. Veremos que sucede el 5 de marzo. Por el momento, “Walk the Line” es una película fuerte, dramática y digna de verse para los amantes del cine y de la música de Johnny Cash.

jueves, 16 de febrero de 2006

Munich: Spielberg vuelve al drama


Una nominada más llega a la cartelera limeña y en esta oportunidad viene de la mano de Steven Spielberg y la genial muestra de la violencia terrorista en Munich.

Las Olimpiadas de 1972 en la ciudad alemana de Munich se habían caracterizado por ser las olimpiadas de la paz y la tranquilidad para los deportistas de todo el mundo, pero el 5 de setiembre se vieron amenazadas por el ingreso de ocho terroristas palestinos, que ingresaron a la villa olímpica, mataron a dos deportistas isralíes y secuestraron a otros nueve. Ante la petición de los terroristas de escapar en helicópteros dentro del aeropuerto alemán, la policía termina por hacer un feroz y crudo ataque, que termina con la muerte de los deportistas que habían sido secuestrados.

Después de lo sucedido, el Mossad, agencia de inteligencia de Israel, decide eliminar a los responsables de la masacre de Munich y contrata a Avner (Eric Bana), para que junto a otras cuatro personas, elimine a los once terroristas palestinos que están en la mira por lo de las olimpiadas.

Pasando por varias situaciones de peligro extremo y en donde todos pelean contra todos, este grupo de personas que ahora no tienen identidad ni seguridad por sus actos, irán en busca de estos terroristas y sufrirán las consecuencias de un trabajo que nadie quisiera tener.

Spielberg no volvía al drama histórico desde que en 1993 mostró al mundo su versión del Holocausto en “La Lista de Schindler”, película por la que ganó un Oscar a mejor director y por la que se liberó de ser un director completamente comercial, para demostrar que simplemente es un gran director. Ahora nos trae “Munich” y lo hace con 30 años de experiencia cinematográfica detrás de él.

La violencia es extrema y atemorizante. La personalidad de los personajes se conoce desde el primer momento que están juntos alrededor de una mesa, comiendo. Eric Bana hace de Avner un personaje bueno, calmado, pero que poco a poco, pierde lo que fue al comienzo para convertirse en algo fuera de él, algo que solo puede lograr el hecho de estar cerca de tanta muerte y de tanto odio. Sus compañeros (Daniel Craig, Ciarán Hinds. Mathieu Kassovitz y Hanns Zischler) hacen de este equipo algo sólido, cada uno con diferentes aptitudes y actitudes, que se ven fortalecidas por una trama y un ritmo digno de alabarse.

La cámara está totalmente presente en las situaciones, primeros planos llenos de carga emotiva y planos largos, muy largos, que reflejan la necesidad de contar algo importantes y que no distraen con innumerables cortes de edición.

La música a cargo del extraordinario John Williams nos transporta a ese mundo de violencia y desastre que es el terrorismo y mucho más cuando se trata de una guerra que tiene todos los años del mundo, la guerra entre palestinos y judíos. Voces árabes, acompañada de detalles clásicos y violines, hacen que la música te de el ambiente perfecto en Munich.

Con esta película, Steven Spielberg otra vez tiene algo que decir con respecto a la historia que vive la religión a la que él pertenece, la judía. “La lista de Schindler” y “Munich” tal vez sean sus más grandes obras, y no existe la menor duda de que Spielberg es uno de los mejores directores de la historia del cine.

lunes, 13 de febrero de 2006

"Dicen por ahí..." : Una película dentro de otra


En la cartelera limeña siempre hay una película que toda la gente va a ver porque es ligera y entretenida para todo público, y en este caso, esa película es “Dicen por ahí…” (“Rumor Has It” en idioma original), protagonizada por Jennifer Aniston y Kevin Costner.

Esta película cuenta la historia de Sarah (Aniston), que viaja a Pasadena acompañada de su novio Jeff (Mark Ruffalo), para el matrimonio de su hermana menor Annie (Mena Suvari). Sarah normalmente cambia su forma de ser cuando está con su familia, porque nunca ha sentido que encaje en la familia y casi no se siente parte de ella. Ese sentimiento se va a ver alimentado al enterarse que posiblemente ella no forma parte de la familia, dado que su mamá tuvo una aventura antes de casarse y ella pudo haber nacido producto de esa aventura.

Sarah decide descubrir la verdad y va en busca de su posible padre, siendo él un personaje famoso llamado Beau Burroughs (Kevin Costner) y además sabiendo que la historia de su familia forma parte de la película “El Graduado”. Después de encontrarse con Beau, Sarah busca descubrirse a ella misma y saber a donde pertenece, pasando para eso por muchas situaciones que la harán pensar.

La película es dirigida por Rob Reiner, conocido como director por películas como “A Few Good Men” y “Alex & Emma”.

“Dicen por ahí…” es una comedia liviana, como para pasar el rato y divertirse. Es una película bastante predecible en su desenlace, pero eso es normal en las comedias estadounidenses, cosa que no molesta al espectador, porque Hollywood domina esas situaciones.

Jennifer Aniston tal vez sea la persona adecuada para encarnar a Sarah, porque su actuación va con su personalidad y convence en todo momento que ella esta viviendo las cosas que pasan en la película. Mark Ruffalo es de los actores que pueden hacer de todo, pero que últimamente, su presencia en comedias románticas, hace que el público se identifique con él. Tener un personaje como Shirley McLaine es gratificante, porque ella es la comedia de toda la película y hace de la abuela, una mujer libre, fuerte y muy suelta de huesos, lo que le da un toque light a la película. Y Kevin Costner, con los años que no pasan en vano, hace un Beau tranquilo, sin problemas, pero con un pasado que tal vez él quiere olvidar, pero las situaciones no lo dejan.

Como toda comedia casi romántica, hay risas, llantos, momentos de tensión y un final feliz. “Dicen por ahí…”, una película entretenida y que gusta en todos los aspectos. No se merece ningún premio, pero sí merece ser vista y pasar un buen rato con ella.

Como si fuera cierto: Amor sobrenatural


Como para alivianar un poco la cartelera limeña y haciéndole espacio a todas las nominadas a los distintos premios norteamericanos, llega “Como si fuera cierto” (‘Just like Heaven’ en su idioma original), protagonizada por Mark Ruffalo y Reese Whiterspoon.

La película cuenta la historia de Elizabeth (Whiterspoon), una doctora completamente dedicada a su trabajo. Ella después de pasar varias horas seguidas trabajando, logra obtener un puesto importante en el hospital en el que trabaja y va rumbo a su casa para tener un merecido descanso, pero en el trayecto sufre un terrible accidente de auto.

Por otro lado, David (Ruffalo), busca un departamento cómodo en donde quedarse, para olvidar un reciente hecho en su vida. Después de alquilar un departamento en la ciudad, se da cuenta que en él habita el espíritu de Elizabeth, sin saber ella que es un fantasma y pudiendo solo él verla y escucharla.

Con ánimo de ayudar a Elizabeth a encontrar el motivo de su presencia en la tierra, David llega a sentirse muy unido a ella y encuentra en su compañera fantasma, una forma de empezar una nueva vida.

Pasando por varias situaciones, David y Elizabeth llegan a hacerse amigos y a entenderse el uno al otro, ayudándose a solucionar sus problemas.“Como si fuera cierto” es una comedia romántica en donde lo romántico se va dando con el paso de las acciones y a pesar de que se sabe como va a terminar todo, la manera en que se desarrolla la película es diferente a la típica comedia romántica.

El director es Mark S. Waters, conocido por películas como “Freaky Friday” y “Mean Girls”. Él lleva el mando de la película de la mejor manera. El ritmo es ágil y está lleno de momentos de comedia y sorpresa, momentos que alimentan la historia y la hace más divertida e interesante al público.

Las actuaciones de Reese Whiterspoon y Mark Ruffalo son buenas, no merecedoras de ningún premio, pero cumplen con el objetivo de dar al espectador las emociones características de la comedia romántica, emociones que el cine norteamericano domina enormemente.

Con una historia de amor contada de forma diferente, actuaciones limpias y un guión con algunas sorpresas, “Como si fuera cierto” es una película que vale la pena ver y disfrutar.

Una Historia Violenta


En esta oportunidad, “Una Historia Violenta” (‘A History of Violence’ en su idioma original), es otra de las películas que estuvo nominada al Globo de Oro y que probablemente esté nominada al Oscar, y llega con bastante aceptación del público a las salas limeñas.

Tom Stall (Viggo Mortensen) es un padre de familia dueño de un café pueblerino, en una ciudad en donde todo parece que fuera perfecto. Edie (Maria Bello) es la esposa de Tom y está con él en todo momento. Ellos viven con sus dos hijos Jack y Sarah.

Cuando toda parecía estar bien y todos estaban felices, llegan al café de Tom dos personas con intenciones de hacerle daño a los trabajadores del café y al mismo Tom, pero este con una precisión increíble, mata a los sujetos y es considerado un héroe por todo el pueblo.

Después de este incidente, llegan otras personas ajenas al pueblo, que creen conocer a Tom y empieza una serie de eventos que hacen dudar al espectador de la bondad de Tom y además, se viven momentos intensos en donde uno como público no sabe qué pensar.

David Cronenberg, director conocido por ser parte del ‘club’ de realizadores de terror de Serie B, como George Romero y Tobe Hopper, toma el mando de esta película que tiene una historia violenta, como dice el título. El ritmo es ágil y dinámico, con muchas acciones en donde el espectador tiene que buscar soluciones y en donde cada momento se vive una sorpresa diferente.

Viggo Mortensen maneja bien las situaciones que vive Tom, su personaje, y lleva la pauta de las cosas que pasan a lo largo de la película. Maria Bello acompaña con una gran actuación el desenvolvimiento de la película y forma parte importante de los hechos dramáticos de la película. Ed Harris, da los quiebres precisos para que la historia se desarrolle y además, ofrece una actuación excelente como Fogarty.

La película tiene un guión caprichoso. Las acciones se dan de tal manera que pareciera que todo estuviera muy puesto y no pasará naturalmente. Es cierto que todo funciona y que la emoción está con uno en los 97 minutos que dura la película, pero particularmente en la parte del desenlace, es un poco descabellado que sucedan esas cosas, como si el guionista hubiera querido sorprender y engañar al público sea como sea. No quiere decir que la película sea mala, porque de eso no tiene nada, pero sí es un poco caprichosa.

La dirección es buena, pero se nota la escuela de películas de bajo presupuesto realizadas por Cronenberg. Las escenas de violencia están perfectamente planteadas y son totalmente explícitas, cosa que no pasa con las escenas eróticas que tienen los esposos protagonistas, porque estas, que deberían formar parte de un momento especial entre ellos, llega a ser un poco desagradable por la manera en que se dirigió la escena.

En general, “Una Historia Violenta” es una película emocionante y fuerte, llena de acción y momentos de sorpresa. Se disfruta de principio a fin, pero como cualquier película, sin tener algo especial que merezca resaltar.

La Mujer de mi Hermano: De la novela al cine


Después de un gran éxito en la taquilla mexicana, llega a la cartelera limeña la versión cinematográfica de “La mujer de mi hermano”, novela del mismo nombre escrita por Jaime Bayly, y en esta oportunidad dirigida por el peruano Ricardo de Montreuil, producida por Stan Jakubowicz y escrita por el mismo Bayly.

“La mujer de mi hermano” cuenta la historia de Zoe (Bárbara Mori), una mujer cansada y aburrida de tener una relación monótona con su esposo Ignacio (Christian Meier), quien no hace el más mínimo esfuerzo por complacer en todos los aspectos a su esposa. Por tales motivos, Zoe va en busca de Gonzalo (Manolo Cardona), hermano menor de Ignacio y pintor de profesión. Gonzalo es de las personas que no tiene aspiraciones en la vida e Ignacio ve en él a un vagabundo que se aprovecha del dinero que le da mensualmente.

Ante tanta pelea matrimonial y la falta de deseo sexual que tiene Ignacio con Zoe, ella cae en la tentación y en los brazos de Gonzalo, lo que genera una serie de mentiras y engaños entre el triángulo amoroso formado por los protagonistas.

La película mantiene al espectador atento. Se nota el trabajo del director con los personajes, porque a pesar de no haber mucha acción, cosa que es típica en películas latinoamericanas, los protagonistas tienen fuerza y llevan el ritmo de la película con sus actitudes internas y sentimientos encontrados. Bárbara Mori hace de Zoe una mujer llena de miedos e inseguridades, al estar casada casi por compromiso que por amor. Christian Meier como Ignacio, nos muestra a un esposo con problemas personales internos, miedo a decir la verdad y con una debilidad que se nota a lo largo de toda la película. Ignacio es el personaje que más logra entender el público, sin aceptar sus acciones, el espectador llega a sentir pena y estar un poco identificado con él. Manolo Cardona hace de Gonzalo, una persona sin responsabilidades, que quiere la vida fácil y que no desaprovecha ninguna oportunidad de fastidiar a Ignacio, y en este caso es quitándole a su esposa.

Las actuaciones son convincentes y creíbles. Un gran acierto es la elección de los personajes secundarios que acompañan al trío protagónico, especialmente Boris (Bruno Bichir), el amigo homosexual de Zoe. Él pone la cuota de comicidad en la película y es el confidente de Zoe, lo que hace un poco más dinámica la historia y pone ciertos parches para una mejor narración. Beto Cuevas como el padre Santiago, aunque tiene poca participación, ayuda con un par de escenas a entender los problemas de la pareja protagónica y a entrar en los sentimientos de los mismos. Angélica Aragón es la madre de Meier y Cardona, tiene pocas intervenciones, pero le dan un poco de ligereza a la película y la descargan de tanto drama emocional.

La dirección se puede considerar buena, especialmente la dirección de actores, porque a falta de acciones, Ricardo de Montreuil trabaja bien las emociones de sus personajes. La fotografía es fría y refleja el ambiente denso y dramático que se vive. Algo que se puede considerar un gran acierto de la película, es la elección de la música, orquestada con toques contemporáneos acompañan las acciones y las alimentan con una carga emotiva importante para el desarrollo de la película.

Siendo la ópera prima de Ricardo de Montreuil, podemos decir que este joven director está preparado para asumir nuevos retos cinematográficos y superarse a él mismo en sus próximos trabajos, porque “La mujer de mi hermano”, con sus altibajos, es una película con mucha fuerza en los personajes, digna de verse y de sacar sus propias conclusiones.

Alto Impacto: Racismo en el cine


Es raro ver en la cartelera limeña que se estrenen masivamente películas con contenidos fuertes y con temas humanos totalmente dramáticos. Tal vez debamos agradecer a los diferentes premios que se entregan en estos meses por haber nominado en algunas categorías a “Alto Impacto” (Crash en su idioma original).

Alto Impacto, cuenta la historia de un grupo de personas, de todas las clases sociales y de profesiones diferentes que se ven unidas por un sentimiento que ya tiene bastantes años en la tierra: el racismo.

Graham (Don Cheadle) es un detective que está en la búsqueda de su hermano, sabiendo que es lo único que su madre quiere, ya que ella no acepta la falta de atención de su hijo mayor. Él y su compañera de trabajo y novia, también ven su “vida juntos” afectada, ya que él es afro americano y ella hispana. Rick (Brendan Fraser) es un fiscal famoso que tiene como esposa a Jean (Sandra Bullock), una mujer que dentro de su fachada elegante, esconde un sentimiento negativo y un miedo enorme hacia la gente que no es físicamente parecida a ella. Anthony (Ludacris) es un criminal negro que siente un gran odio por la gente blanca y Peter (Larenz Tate) es su compañero de asaltos, pero es de mente más abierta en el tema racial. Cameron (Terrence Howard) es un director y productor de televisión afro americano y su esposa Christine (Thandie Newton) son detenidos después de una premiación por Ryan (Matt Dillon), un policía de Los Ángeles, que por motivos racistas, humilla a Cameron delante de su esposa, llevándose ella la peor parte. Tom (Ryan Phillippe), el nuevo compañero de patrulla de Ryan, rechaza la actitud de él hacia la gente de color y decide alejarse de su actual compañero. Daniel (Michael Pena) es un humilde trabajador, dedicado a reparar las cerraduras de las puertas y se cruza con Farhad (Shaun Tour), un vendedor extranjero que es constantemente molestado desde el atentado del 11 de setiembre, por ser él de uno de los países del Medio Este.Todos estos personajes se ven envueltos y unidos de diferentes maneras, siendo la principal y el tema general de la película, como ya se ha mencionado, el racismo.

Paul Haggis, conocido por el guión de la galardonada “Million Dollar Baby”, toma el mando del guión y de la dirección de “Alto Impacto”, y lo hace con una excelencia incomparable. Su conocimiento en el arte de escribir guiones lo lleva a contar una historia llena de emociones y en donde sus personajes, determinados por ese guión maravilloso, te llevan cada minuto a algo más inesperado y al mismo tiempo, intenso en su concepción.

El tema es difícil de tocar, ya que hasta ahora, siglo XXI, se sigue viviendo en un mundo racista, en donde unos se creen mejores que otros, simplemente por el color de su piel o el país de su nacimiento, en donde las clases sociales y económicas se ven ligadas al aspecto físico y llenan de estereotipos, miedos y prejuicios a todo el mundo.

Cinematográficamente, la narración de Crash es limpia, nunca dejando de lado la fuerza que representan los personajes y agregando intensidad narrativa a cada una de sus historias. La película tiene un ritmo ágil en acciones, pero lento y calmado en contenidos, lo que le da en conjunto, el ritmo ideal para este tipo de películas. Contada con un flash back casi imperceptible, Haggis utiliza recursos cinematográficos muy comunes y le da a su película un carácter personal, conocido también en películas algo independientes, como ésta.

Los movimientos de cámara te hacen sentir dentro de las escenas. La fotografía es fría y nocturna. Hasta las escenas de día son grises y acompañan de manera perfecta las acciones. El ambiente urbano, con pocos interiores y situaciones humanas en un 100 %, marcan la pauta para la identificación con los personajes y para que el espectador vaya de la mano con ellos, viéndolos en su hábitat natural. La música está llena de sonidos graves y largos, que le dan tensión al ambiente y lo llenan de esa frialdad casi insonora que tienen las personas en los momentos más difíciles de su vida.

Definitivamente, “Alto Impacto” refleja lo que pasa en el mundo e intenta dejar, de manera sutil, un mensaje de que nadie es perfecto y que todos, con virtudes y defectos, somos personas que merecemos respeto y oportunidades. El mundo da vueltas y Paul Haggis nos hace ver esas vueltas con esta extraordinaria película.

Las Crónicas de Narnia: El león, la bruja y el ropero


Llega a las salas de cine la adaptación cinematográfica de la novela de C.S. Lewis “Las Crónicas de Narnia: El león, la bruja y el ropero”. En esta oportunidad, dirigida por Andrew Adamson, conocido por películas como "Shrek" y "Shrek 2".

La película cuenta la historia de cuatro hermanos que son llevados a una casa de campo, para que estén alejados de la guerra que está viviendo su país, guerra en la cual está participando su papá. En esta casa vive un profesor que no se deja ver mucho y una señora muy estricta que es la encargada de mantener el orden en la casa, y que no está muy feliz de tener cuatro niños en ella.

Peter, Susan, Edmund y Lucy, sin tener mucho que hacer en una casa tan grande, deciden jugar a las escondidas y es así, que Lucy, la hermana menor, se esconde dentro de un ropero mágico, que la llevará a Narnia, un mundo habitado por seres fantásticos.

Cuando los cuatro hermanos, después de dudas e incertidumbres llegan a Narnia, se dan cuenta que forman parte de una profecía y que una bruja, que se hace llamar a sí misma ‘Reina de Narnia’, también forma parte de esa profecía, la cual implica su derrota absoluta. Tres de los cuatro hermanos, ayudados por otros seres, son llevados donde Aslan, el verdadero rey de Narnia y este les dice lo que está pasando y qué es lo que tienen que hacer para acabar con esta profecía y que todo el mundo de Narnia vuelva a ser alegre y lleno de color, como lo era antes de la llegada de la bruja blanca. La película transcurre de manera ágil y dinámica.

Como toda película de fantasía, tenemos seres extraños que nos llaman la atención y que gracias a los avances tecnológicos, podemos verlos casi reales y con una interacción con los personajes extraordinaria.Se dice que la película tiene bastantes connotaciones religiosas, cosa que según los lectores sí tiene el libro, pero creo que no están explícitamente en la película, porque es verdad que tocan el tema de Adán y Eva; y que además, como en centenares de películas, la lucha entre el bien y el mal es la clave, pero eso no quiere decir que la religión sea la base de la película y que quieran dejar un mensaje intencionado para el público.

La dirección de Andrew Adamson es impecable. Su paso por películas como Shrek lo hacen tener un conocimiento especial en el área de efectos especiales y el trabajo por computadora. La casi perfección de los efectos visuales de la película se debe a que por primera vez se han unido dos de las empresas de efectos por computadora más grandes del mundo: Industrial Light & Magic y Weta Digital. La primera encargada de todas las películas de Star Wars y casi todas las películas de Steven Spielberg, y la segunda tiene en su portafolio nada menos que a la trilogía de El Señor de los Anillos y King Kong, por mencionar las últimas. La unión de estas grandes empresas hacen de los efectos visuales de Las Crónicas de Narnia algo excepcional.

La música de Harry Gregson-Williams, entre épica con toques celtas, le da una gran ambientación a la película. Con una taquilla recaudada de 507 millones de dólares hasta el día de hoy (10 de enero del 2006), Walt Disney Pictures asegura la entrega de la próxima película del mundo de Narnia, con el nombre de ‘Prince Caspian’, probablemente para finales del 2007.

“Las Crónicas de Narnia: El león, la bruja y el ropero” es una super producción digna de ser vista y disfrutada, y probablemente, después de terminada la era de Harry Potter en el 2010, esta nueva saga tenga millones de fanáticos que sigan paso a paso los eventos fantásticos del mundo creado por C.S Lewis.

Elizabethtown: El amor en manos de Cameron Crowe


Desde el éxito de taquilla de “Vanilla Sky”, remake de la película española “Abre los Ojos” de Alejandro Amenábar, no veíamos a Cameron Crowe detrás de las cámaras, pero este año lo tenemos de regreso con Elizabethtown, protagonizada por Orlando Bloom y Kirsten Dunst.

Elizabethtown cuenta la historia de Drew (Orlando Bloom), una persona que hasta el momento había gozado del muy deseado por todos “éxito profesional”. Pero su vida cambiaría completamente cuando un fracaso de proporciones astronómicas y un encuentro con la muerte, que en este caso no es la de él, se juntan en el mismo momento.

En el segundo caso es la muerte de su padre y Drew se ve obligado, como hermano mayor, a buscar el cuerpo de su padre en su lugar de nacimiento y darle el último adiós de la mejor manera. Para esto, Drew tiene que viajar a Elizabethtown, un pequeño pueblo de Kentucky en donde todos se conocen y en donde todos querían a Mitch, el difunto padre de Drew.

En este insólito viaje, Drew conoce a Claire (Kirsten Dunst), una chica media loca, totalmente positiva y con una gracia que no muchas veces se ve en las personas. Ella es la aeromoza de la aerolínea en donde viaja Drew y después de cruzar unas palabras, quedan como conocidos a punto de ser amigos.

En el pueblo Elizabethtown el padre de Drew era muy querido por todos y el pueblo entero quería formar parte activa de los funerales de Mitch. Drew y su madre ya habían tomado una decisión, pero esa decisión se ve afectada por los planes del pueblo.

En un momento en el que Drew no quiere saber nada de la vida, busca y encuentra en Claire a la única persona con la que quiere hablar y en realidad, con la que quiere estar.
Se podría decir que Elizabethtown es una comedia romántica, y lo bueno que tiene es que es una historia diferente.

Desde el primer momento se nota la mano de Cameron Crowe. Los ambientes pueblerinos y llenos de gente que tiene algo que decir, situaciones de comedia muy marcadas y un ritmo intermedio, ni muy rápido ni muy lento. Orlando Bloom interpreta, creo que por primera vez, a un personaje de este siglo, porque siempre ha hecho papeles totalmente épicos, y no lo ha hecho mal en esta oportunidad. Kirsten Dunst siempre es la chica buena, la que hay que querer y esta no es la excepción. En este caso, la forma de ser de su personaje le da fuerza a la película y la lleva por un camino desconocido en el área de la comedia romántica.

Cameron Crowe ha hecho de Elizabethtown una historia de amor diferente en su concepción, pero sin dejar de lado las ya conocidas formas de hacer historias de amor; un final predecible, una unión de personajes totalmente esperada, una sucesión de hechos y eventos que te hacen pensar que todo será diferente, pero que al final, es igual. Pero la genialidad de esta película es que el marco en donde se encuentra la historia, es diferente y eso la hace especial.

Como nos tiene acostumbrados Crowe, la música es muy buena. Una selección de canciones que acompañan a los personajes y que siempre están puestas en los mejores momentos de la película. No hay canción mal utilizada ni mal escogida.

En general, Elizabethtown es digna de verse y disfrutarla, porque es una comedia romántica diferente y las historias de amor nunca van a cansar.

Amor en Juego: Comedia de los hermanos Farrelly


Nuevamente los hermanos Farrelly llegan a las salas de cine con una comedia romántica protagonizada por Jimmy Fallon y Drew Barrymore.

En esta ocasión se cuenta una historia de amor conocida y siempre usada en el cine norteamericano, la historia de la persona exitosa y la no tan exitosa. Lindsey (Drew Barrymore) es una chica de negocios con un cargo importante en una empresa grande y Ben (Jimmy Fallon) es un profesor de matemáticas en un colegio de la ciudad. Por cosas del destino, ellos se conocen y comienzan una relación.

Todo parece perfecto, pero como en la vida nada puede ser así y mucho menos en el cine, se van descubriendo cosas que pueden poner en peligro la relación que tienen... y ese peligro es el fanatismo de él hacia los Medias Rojas de Boston, un equipo de béisbol del cual es fan hace 23 años y nunca ha faltado a un partido en toda su vida. Con este pequeño asunto de por medio, la relación tiene pruebas que superar y tiene cambios que tal vez no estaban pensados, pero que con el amor verdadero y el pensar un poco en la otra persona, se logra salir adelante.

La película no tiene muchos detalles ‘Farrelly’, tal vez porque las anteriores películas de estos directores han sido comedias totalmente llenas de situaciones graciosas y en cierto modo, estúpidas, cosas que no tiene esta, en exceso al menos. La genial “Loco por Mary”, la desesperantemente buena “Irene, yo y mi otro yo” o la muy estúpida “Pegado a Ti”, tienen 99% de comedia con un toque de romance y una pizca de drama (que siempre le viene bien a una comedia).

El caso de “Amor en Juego” (Fever Pitch en su idioma original) es diferente, tiene bastante comedia, pero no es muy tonta ni muy sacada de los pelos, los toques de romance están bien marcados y el drama puede llegar a estar presente en un 10% de la película.Las situaciones se dan de manera normal y sin presión del tiempo cinematográfico. Las actuaciones son naturales y hace notar que hay mucho de improvisación en ellas, lo que la hace más natural aún y lo que para mi gusto, la hace mucho mejor. Jimmy Fallon es él mismo y Drew Barrymore es lo que siempre es, una buena actriz de comedia romántica.

El ambiente también se presta para que esta sea una película ágil. Los estadios llenos de gente y de algo que siempre ha sabido aprovechar el cine norteamericano, el fanatismo por el deporte. Y hay algo que no puede faltar en una comedia romántica, un ingrediente esencial para el éxito de esta película y de casi todas en su género, los extras y los actores de reparto. En este caso, las amigas de Lindsey, los alumnos de Ben, los amigos fanáticos de los Medias Rojas, los que siempre van al estadio con él, los padres de ella y hasta la gente del trabajo de Lindsey… personajes que interactúan con los protagonistas y que afectan su vida de manera directa, los hacen pensar y los ayudan, en cierto modo, a que tengan un final típico de comedia romántica.

Es una película que se deja ver, pero no esperemos ver una genialidad cinematográfica, y solo tengamos ganas de pasar 110 minutos de diversión y alegría con esta buena comedia.