El Número 23: Suspenso y Paranoia

Un thriller psicológico protagonizado por Jim Carrey y Virginia Madsen ha llegado a las salas limeñas. Dirigida por Joel Schumacher, “El Número 23” crea la paranoia de la cartelera local.

Walter Sparrow (Carrey) es una persona tranquila y sencilla que trabaja cuidando la ciudad de los animales callejeros, atrapándolos para llevarlos a la perrera. Él y su esposa Agatha son muy unidos y un día, ella le regala un libro que se llama “El Número 23”. Este libro empieza a crear en Walter un mundo lleno de similitudes a su propia vida, creyendo que el protagonista del libro es él, y haciendo que crezca una gran desesperación por las casualidades de este número con todas las cosas que lo rodean y que afectan el mundo. Ya envuelto en este mundo paranoico, Walter luchará contra él mismo e intentará descubrir los secretos que se ocultan en el libro, y la verdad acerca de su vida y la relación que tiene con ese extraño mundo.

Como es clásico en estas películas, ocultar la verdad hasta el final es algo totalmente predecible, pero funciona, ya que es parte del género. Si bien es cierto, el tema es bastante interesante, y el tratamiento es muy bueno por parte de Schumacher, la película no llega a mantener el interés durante toda la proyección. Jim Carrey, que lentamente se abre campo en un rubro diferente a la comedia, cumple el objetivo de mostrar la paranoia y la desesperación de su personaje. Virginia Madsen, calmada y tranquila, apoya y es la clave de los plots que tiene la cinta.

Jugar con la numerología es el arma secreta de la película. Las situaciones de suspenso, de no saber que va a pasar y de detalles reveladores, le dan a la cinta ese atractivo que hace que valga la pena pagar la entrada. Si bien es cierto, esperé que fuera mejor, debo decir que tampoco la pasé mal, y que para mi gusto personal, siempre es agradable ver a Jim Carrey, ya sea en comedia como en drama o suspenso, ya que es un buen actor que tiene que liberarse del karma cómico de sus comienzos como actor.