lunes, 5 de marzo de 2007

Dreamgirls: Música, Fama y Fortuna

La olvidada del Óscar en la categoría de Mejor Película se estrenó en nuestro país y la espera valió la pena. Dreamgirls es el musical del momento y siempre es un placer ver musicales.

Esta película cuenta la historia de tres mujeres que empezaron como cantantes de coro en los 60`s, y que terminaron siendo parte de la historia musical de los años 70’s, las Dreamettes. Deena, Effie y Lorrell son vistas por el manager Curtis Taylor Jr. quien les ofrece la oportunidad de su vida, al presentarse junto al famoso cantante Jimmy Early.

Conociendo el talento de las chicas, ellas son llevadas a la fama con Curtis. Deena será la cara del grupo, y Effie será alejada por su falta de imagen vendedora. Ellas se darán cuenta que la fama les está costando cosas más importantes en su vida.

La cinta dirigida por Bill Condon es un musical fuerte, lleno de emoción, drama y mucho canto. Beyoncé Knowles interpreta a una delicada y tímida Deena, que busca llegar a la fama, pero dejándose llevar por lo que le diga Curtis, un extraordinario y odioso Jamie Foxx. Eddie Murphy, hace de Jimmy Early una persona llena de energía, por momentos invadido por el ego, pero al mismo tiempo, demostrando que es un artista que quiere llegar lejos y que tiene sentimientos encontrados producto de la fama. Finalmente, no menos importante, y si muy resaltante, es la fantástica participación de Jennifer Hudson, como Effie White, la rechazada Dreamette, que lleva consigo el peso de no ser fisicamente ideal para la venta de discos, y que sufre las desgracias más grandes de su vida, mientras que otros disfrutan del éxito que ella también debió haber compartido.

Después de ver la película, se me hace imposible imaginármela fuera de las candidatas al Óscar, pero sus tres nominaciones a mejor canción, la justa nominación de Eddie Murphy como Mejor Actor de Reparto, y la indiscutible victoria de Jennifer Hudson como Mejor Actriz de Reparto, nos hacen notar que esta cinta no ha pasado desapercibida.

La música es perfecta, los actores cantando también, y la historia es alegre, triste, conmovedora y muy emocionante. Es muy bueno ver que por lo menos una vez al año se haga un musical de un nivel tan alto como este. Desde Moulin Rouge y pasando por la ganadora del Óscar Chicago, este género está cada vez más en las salas, lo que me provoca una gran alegría.

Este año, el genial Tim Burton promete llevarnos la historia de Sweeney Todd con Johnny Depp a la cabeza, en lo que probablemente sea un musical fuera de lo común, pero que llenará las salas con tanto talento como el que estamos acostumbrados a ver de Burton.

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