martes, 6 de febrero de 2007

Babel: La torre de Iñárritu


México tiene en estos momentos a Alejandro González Iñárritu como el personaje cinematográfico más significativo. “Babel” es la última parte de su trilogía, que comenzó con “Amores Perros” y continuó con “21 Gramos”. Esta globalizada película ganó el Globo de Oro y postula por la estatuilla dorada del Óscar.

“Babel” cuenta varias historias al mismo tiempo, y como es la costumbre de Iñárritu, todas se unen de alguna manera. Brad Pitt y Cate Blanchett están de turistas en el medio oriente, pero por cosas del destino, ella es herida por unos niños que probaban puntería con un rifle. Esto genera que Pitt busque de cualquier forma la ayuda para su esposa, mientras que la policía busca a los responsables del atentado.

Del otro lado del mundo, Adriana Barraza es la encargada de cuidar a los hijos de Brad Pitt, pero teniendo la boda de su hijo en México, no tiene otra opción que llevar a los niños a dicho país, acompañada de Gael García Bernal, el sobrino de ella. En esta historia la clave será la lucha eterna que tienen los mexicanos en la frontera estadounidense.

Por si fuera poco, en Japón se cuenta la historia más rara. Una escolar japonesa que es sordomuda, lucha por ser aceptada en la sociedad, pero carga con ella el peso de la muerte de su madre, y la compañía casi invisible de su padre. Todas las historias juntas forman una gran trama, que tendrá momentos de intenso drama y de sofocante emoción social.

Alejandro González Iñárritu maneja los tiempos perfectamente. El ir y venir de las acciones hace que la historia no pierda emoción, y que poco a poco el espectador vaya descubriendo el desenlace. Las actuaciones son la clave del éxito de esta cinta. Brad Pitt, Adriana Barraza y Rinko Kikuchi marcan la pauta de las historias, siendo cada una de igual importancia.

El guión de la película te envuelve en el mundo que vivimos actualmente. La comunicación de las personas a pesar de las diferencias culturales y de idioma, se hacen notar a lo largo de la cinta. La gente es el centro de la historia, sin el tratamiento humano, terrenal y muy cercano que tiene Iñárritu con el espectador, esta película no tendría ningún sentido.

La música del ganador del Óscar Gustavo Santaolalla acompaña con su ronsoco como un personaje más, siendo partícipe del drama y de la tensión.

Esta película se hace en el mejor momento y culmina una trilogía perfecta por parte de este director mexicano. Los premios le han dado el visto bueno a esta cinta, pero el Óscar sería demasiado, ya que la competencia es dura. No hay duda que Latinoamérica está dejando una huella muy grande en el cine mundial, y México se está encargando de ser la cabeza del tremendo boom cinematográfico.

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